EL LENGUAJE DE LA DANZA

"El Baile de la Victoria" es la nueva película de Trueba ("Belle Epoque", "El sueño del mono loco"), seleccionada de forma discutible por la Academia de Cine Español como representante de nuestro país a los Oscars (es muy inferior a "Camino", por poner un ejemplo). La película es un ambicioso drama de cuidado acabado y esforzadas interpretaciones, con un guión irregular y la participación de actores de la talla de Ricardo Darín ("El secreto de sus ojos") y Ariadna Gil ("Sólo quiero caminar").

Con la llegada de la democracia, el presidente de Chile decreta una amnistía general para todos los presos sin delitos de sangre. Entre ellos se encuentran el joven Ángel Santiago (Abel Ayala) y el veterano Vergara Grey (Ricardo Darín), un famoso ladrón de cajas fuertes. Sus planes no pueden ser más opuestos. Mientras Vergara Grey sólo quiere recuperar a su familia y cambiar de vida, Ángel sueña con vengarse del alcaide y dar un gran golpe. Pero en su camino se cruza la joven Victoria (Miranda Bodenhöfer); las vidas de los tres sufren un cambio total que les llevará a enfrentarse con un nuevo destino.

Las diferentes tramas no encajan del todo bien y aunque en la primera mitad del film la historia nos interesa en parte y resulta correcta, una segunda llena de despropósitos argumentales sólo consiguen distanciar al espectador de lo que está viendo. La factura técnica del film es impecable, las imágenes bellas y edulcoradas (con cierto gusto), pero tiende a pecar de sentimentalmente grandilocuente sin conseguir extraer emoción real sino por decirlo de una manera gráfica se vuelve "muy peliculera". El trabajo de los actores también resulta irregular, el casi siempre estupendo Ricardo Darín efectúa aquí un trabajo correcto pero menor (a años luz de su emotiva interpretación este mismo año en "El secreto de sus ojos"), Abel Ayala resulta tan simpático como cargante según la escena siendo pese a todo el más entonado de la función y Miranda Bodenhöfer a pesar de sus esfuerzos no consigue desentramar emocionalmente su personaje.

Es cierto que una parte de la crítica se ha ensañado duramente con el film y con su director, tal vez en exceso, también es cierto que el film dista mucho de ser redondo, pero también se podría decir que no resulta del todo desdeñable, aunque sea sólo por la belleza plástica de algunas de sus imágenes. Es una película hecha para gustar y se nota demasiado.

U.C. (Daniel Farriol)